lunes, 24 de diciembre de 2007

AYER NOMÁS

Al atravesar las pampas argentinas solemos perdernos en la contemplación de la inmensidad de su horizonte. Una ondulante alfombra verde ámbar monótona y surcada por alambradas, muy distinta de la imagen que tenemos de un safari africano, en el cual observamos las praderas y sabanas pobladas de grandes animales. Ahora se hace difícil imaginar que animales como esos pudieran habitar aquí. Pero hace menos de diez mil años, en estas nuestras llanuras caminaban los gigantes. Animales tan o más espectaculares que los actuales componentes de la fauna africana. Mamíferos que llegaban a pesar toneladas, algunos con una fisonomía muy distinta a cualquier especie viviente, que al desaparecer dejaron tras de sí centenares de huesos. Los cuales con el tiempo fosilizaron y emergen luego de las inundaciones en barrancas y riveras para asombro de los que hoy pisamos estas tierras.Diez mil años no es nada, sólo un segundo en relación con el tiempo geológico, si consideramos que la historia de la Tierra comenzó hace cinco mil millones de años. Ayer nomás, esa fauna impresionante era la dueña de nuestras pampas. Perezosos de cinco metros de altura cuando se apoyaban en dos patas, acorazados de más de tres metros de largo, mastodontes tan corpulentos como los elefantes actuales y otros grandes y extraños animales que no existen hoy criaturas semejantes o sucesores que se puedan comparar

No hay comentarios: