martes, 8 de enero de 2008

Estratigrafía



El Pleistoceno superior de la zona de Junín se caracteriza por sedimentos originados por depósitos eólicos.
Los sedimentos están representados por arenas muy finas de color pardo rojizo con abundante limo- arcilla , con escasa estratificación.
Por encima de esta capa se encuentran los sedimentos más modernos representados por un limo arcilloso de color gris ligeramente verdoso que en seco pasa a un gris claro ceniza con abundantes fragmentos de conchillas muy rotas, que evidencia un aporte aluvial en la formación de este suelo. En algunas partes está cubierto por sedimentos propios de la acción aluvial actual

En la zona que ha sido canalizada en 1992 esta capa estaba mezclada con los sedimentos más antiguos. Sólo a nivel del lecho del río y a la vera, en las barrancas que habían sido socavadas por la erosión de las corrientes de agua, se encuentran los sedimentos en su disposición original.
Al comienzo del Lujanense el río Salado ya estaba formado, como lo demuestran la presencia de estos sedimentos en su valle.
Al nivel del lecho del río los sedimentos forman la estructura conocida comúnmente como tosca, posiblemente más antigua que los sedimentos depositados al mismo nivel, pero en las orillas del río. Este estrato es portador de pocos fósiles cuya contextura es más sólida y están muy deteriorados e incrustados casi totalmente en la tosca. Se reconocieron restos de Hippidion, de Megatherio americanum, que sirven para inferir que la antigüedad del estrato no escapa del Lujanense.


lunes, 24 de diciembre de 2007

AYER NOMÁS

Al atravesar las pampas argentinas solemos perdernos en la contemplación de la inmensidad de su horizonte. Una ondulante alfombra verde ámbar monótona y surcada por alambradas, muy distinta de la imagen que tenemos de un safari africano, en el cual observamos las praderas y sabanas pobladas de grandes animales. Ahora se hace difícil imaginar que animales como esos pudieran habitar aquí. Pero hace menos de diez mil años, en estas nuestras llanuras caminaban los gigantes. Animales tan o más espectaculares que los actuales componentes de la fauna africana. Mamíferos que llegaban a pesar toneladas, algunos con una fisonomía muy distinta a cualquier especie viviente, que al desaparecer dejaron tras de sí centenares de huesos. Los cuales con el tiempo fosilizaron y emergen luego de las inundaciones en barrancas y riveras para asombro de los que hoy pisamos estas tierras.Diez mil años no es nada, sólo un segundo en relación con el tiempo geológico, si consideramos que la historia de la Tierra comenzó hace cinco mil millones de años. Ayer nomás, esa fauna impresionante era la dueña de nuestras pampas. Perezosos de cinco metros de altura cuando se apoyaban en dos patas, acorazados de más de tres metros de largo, mastodontes tan corpulentos como los elefantes actuales y otros grandes y extraños animales que no existen hoy criaturas semejantes o sucesores que se puedan comparar